Si bien todo lo que había leído me impactaba. No acaba por entender bien las cosas. ¿Adrián y yo teníamos “dones”? ¿Qué clase de “dones”? Éramos unos chicos normales, comunes, sin nada especial mas que nuestro grande amor. Un amor tan grande que estaba escrito en un viejo libro. No comprendía nada. Me levante del comedor con el libro en mano y fui hacia el cuarto de papá.
-Veo que has terminado- me dijo mientras me observaba parada en la puerta y con toda la cara llena de preguntas –siéntate-.
Papá me contó acerca de los Dioses y de los Borella y los Kostas, de nuestros antepasados. Me comento que los Borella también tenia un libro como el nuestro, por que el fin de los Dioses era que en algún momento los Borella y los Kostas se volviesen una sola familia.
-Se supone que traemos la sangre de los Dioses del Olimpo- me dijo mientras se encogía de hombros.
El mito que había leído decía que en algún momento de nuestras vidas los Borella tendrían un primogénito y los Kostas una primogénita, que ambos estarían bendecidos por los dones de los Dioses y que sin esperárselo y llenos de dudas y confusión se enamorarían perdidamente. Un amor que aunque se alejase siempre volvería, por que estarían marcados por una prenda de amor, legado de los Dioses a ambas familias.
-Desde que tengo uso de razón- me miro mi padre y suspiro –tu eres la primera primogénita de la familia Kostas-
Por mi mente pasaban miles de cosas. Si bien muchas cosas coincidían con la historia de amor que Adrián y yo habíamos vivido, no acababa de entender la cuestión de los dones.
-Borella me marco hoy por que … - guardo silencio y analizo lo que me diría –por que dice que Adrián ha comenzado a decir que sabia leer lo que pensabas-
Deje caer el libro y observe a papá sorprendida. Todo comenzó a viajar en mi mente, el momento en que nos conocimos, aquella vez en la cabaña, todos los momentos que pasábamos juntos y como en todos y cada uno de ellos, cuando mas confundida me sentía era cuando Adrián sabia decirme las palabras correctas para evitar esas confusiones. Me acerque a papá y lo mire.
-Lo sabia- afirme a lo que el había dicho –realmente tiene razón, siempre sabia responder a mis pensamientos mas confusos- me senté en la cama, aun me encontraba impactada. Me miro y me abrazo. Beso mi frente.
-Pequeña, ¿te encuentras bien?- me dijo mientras me observaba.
-Solo un poco impactada y sorprendida- le dije mientras volvía en si -¿Cuál se supone que es mi “don”?- le pregunte mientras examinaba mi cuerpo –¿Traspasar paredes? ¿Mover objetos con la mente? ¿Teletransportarme?- pergunte ansiosa. Papa me observada y pronto comenzó a sonreir.
-Tus deseos Meg- me dijo mientras acariciaba mi cabello –ese es tu Don, que se cumplen tus deseos-
Se hizo un gran silencio. Mi cabeza analizaba todo lentamente y recordaba poco a poco las cosas que había deseado con mas fuerza y me daba cuenta como todas y cada una de ellas realmente se había vuelto realidad. Voltee a ver a papá y sonreír. Lo abrace y sin darme cuenta comencé a llorar pero no era un llanto de tristeza, sino de emoción, de felicidad, de saber que Adrián y yo por mas que nos quisieran separar, nunca lo harían, nuestro destino desde el día que nacimos era estar juntos, enamorarnos y estar juntos. Unir a nuestras familias en una sola. Así lo deseaban los Dioses.
Sin embargo de momento todo se vio opacado por una nube oscura. ¿Adrián también sabia esta historia? ¿Por qué el Dr. Borella le había llamado a papá? Algo en esta situación no había salido bien, existía un detalle importante que papá no me había dicho. Solté a papá y lo observe, supo distinguir mi llanto, como de momento había dejado de ser un llanto de alegría para convertirse en algo y la duda que me invadía.
-Me marco por que si es cierto el mito- suspiro y trago saliva –necesita que desees algo con mucha fuerza- me observo de forma seria pero a la vez tan insegura.
-Noooo- le grite –no pienso dejar de desear que amo con todas mis fuerzas Adrián- le dije mientras me levantaba de prisa de la cama –es nuestro destino- observe a papá con furia -¿acaso no lee bien el Dr. Borella? Es nuestro destino el estar juntos- comencé a llorar. Mi papa se levanto y me abrazo.
-Has entendido mal Meg- me dijo al oído –Adrián esta enfermo pequeña- me abrazo con mas fuerza –el Dr. Borella no tiene idea que es lo que le sucede, pero no responde a ningún medicamento-
Y de pronto, todo lo bello de “nuestro destino” se había esfumado, mi castillo creado en las nubes se desvanecía con un fuerte aire que giraba alrededor de él. ¿Nunca íbamos a poder estar juntos? Si el destino nos quería juntos ¿Por qué jugaba así con nuestro amor?
Me encontraba presa por el amor. Una enorme parte de mi quería desear con mucha fuerza que nada ni nadie nos obstaculizara a Adrián y a mi en nuestro amor, cosa que sabia que se cumpliría, como se cumplió cuando mamá se iba, como se cumplió cuando deseaba decirle a papá todo y llego, como se había cumplido el que Adrián me siguiera amando. No obstante ahora debía de pensar en él y no tanto en mi. Debía pensar en nosotros, en nuestras historia, en nuestro amor, nuestro destino juntos. Un paz domino mi cuerpo, debía tomar estas situaciones con madurez, con calma. Me separe de papá y lo observe.
-Dile que lo voy a desear- suspire –que voy a desear con todas mis fuerzas que Adrián no siga enfermo pero con una condición- mire a papá –que una vez que el se encuentre bien, nos dejara vivir nuestro amor-
Mi padre me volvió a abrazar, beso mi frente y se acerco al teléfono. Me quede un poco inquieta observándolo. Solo podía ver como asentaba su cabeza y a todo le decía que si. Me vio y sonrío. El Dr. Borella había aceptado. Olvide todo lo que pensaba y me dedique a ponerle todas mis fuerzas a ese deseo, el deseo de mantener con vida al ser que amaba.
Helga Schneider - Déjame ir, madre
Hace 10 años
1 comentario:
bueno primero k nah kiero decir k amooOoOoOo a EDWAR collen es lo mas beiiop en este mundoOoO!!
bueno edwar se que ers asi tambien la vida real y se que algun dia vas a responder mi comentario]!!
bueno te amoOoO tohh lo mioo s tuyo!!
iloviu crepusculo!!(L)(L)(K)(L)
pliss respondan algun dia
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