30.3.09

capitulo 8. Despedida tormentosa

Al abrir los ojos pude sentir que Adrian seguia recostado conmigo. Me

levante hacia su rostro y lo bese. tenia un terrible dolor de cabeza y si bien no

queria hablar de lo sucedido, debia de hacerlo. Me observo y sonrio. Volvio a

pasar sus manos por mi cabello.

-Solo te pido-le dije mientras me acurrucaba contra su pecho-que me des

miles de sonrisas en estos ultimos dias contigo-


Comenzo a moverse y nuestros rostros quedaron de frente. Tomo mi

rostro entre sus manos y me beso. Sin embargo es esta ocasion no podia

concentrare en el solo hecho de besarlo y dentro de mi solo retumbaba un

¿Por que ? ¿Por que ?. Buscaba respuesta a todo, para todo y por mas que

indagaba no lograba encontrarla.

-Muchas veces soñe encontarme a alguien como tu-me dijo mientras

observaba mis ojos-yo soy quien te quiere, quien te llora, quien te anhela-

unas lagrimas escurrieron por sus ojos-no preguntes el ¿Por que?, ni yo lo se-

-No puedo no preguntarme el por que Adrian-le dije mientras alejaba mi rostro

del suyo y me acomodaba en la cama-tu padre me dio la peor de las excusas y

realmente me gustaria saber la verdad-me cruce de brazos y baje la mirada.

Un enorme silencio se hizo entre vosotros y vi como mi habitacion se hacia tan

grande como el profundo sentimiento de odio que comenzaba a albergar contra

el Dr. Borella.

- No lo odies por buscar mi bien, recuerda que es mi padre-me miro

tiernamente. Comence a mover la cabeza negando y suspire.

-Solo mienteme Adrian-dije resignada y lo mire con ojos llorosos-solo

dime lo que quiero oir, no me des mas lagrimas y dame una solucion-

nuevamente baje el rostro y comenzaron a rodar las lagrimas por mis mejillas-

inventa para mi un gran y bello final feliz-nuevamente se hizo el enorme silencio.



Se acerco a mi y comenzo a besar tiernamente mi mano y subio poco a

poco hasta llegar a mi hombro. Mi cuerpo se comenzo a estremecer y pude

sentir escalofrios.

-Eres lo que tanto esperaba, lo que todo pedia- susurroa mi oido.



Sus labios recorrian mi cuello y sus manos se enredaban rapidamente

alrededor de mi cintura. Mis manos abrazaron su cuello y tocaban tiernamente

su cabello. Bajo su rostro hasta mi blusa, alzo la mirada entre tantas

sensaciones solo asenti con la cabeza y cons sus dedos finamente desabrocho

boton por boton de mi blusa y de forma instantanea mis manos comenzaron a

alzar su playera. De pronto nos vimos desnudos unidos por el amor. Las

sabanas y mi habitacion guardaron nuestro secreto. Nuestros cuerpos se

fusionaron entre si y pude sentir como cada poro de mi cuerpo se hacia uno

junto con los suyos. Me era imposible pensar, mi cuerpo y mente estaban

conectados a los suyos y solo eran miles de sensaciones que aunque queria

describir eran indescriptibles. Por un breve momento fuimos uno solo. Cerre los

ojos y me deje llevar, si esta era la primera y ultima vez que estariamos juntos

no queria pensar en nada, solo vivir el momento.



Cuando volvi a tomarconciencia de las situaciones, me vi junto a el

desnuda; y aunque era extraño, me sentia completamente feliz. Senti el calor de

su cuerpo junto a el mio, oli su cuerpo y sonrei.

-El destino lo sabia y te puso ante mi- me susurro mientras acariciaba mi

cabello. Puse mis manos en sus labios.

-Solo cierra los ojos y perdamonos en nuestro sueño-le dije-mañana sera otro

dia y entonces volveremos a nuestra triste realidad-cerre los ojos y lo abrace

con fuerza. Ambos caimos dormidos nuevamente. No queriamos despertar

pero sobre todo no queriamos olvidar.



A la mañana siguiente un rayo de sol me desperto. Me levante y me

envolvi entre las sabanas, sali con mucho cuidado de la cama para no

despertarlo. Me asome por la ventana y el dia estaba precioso, hacia semanas

que no se notaba ni un poco de calor y ese sabado era diferente, el sol era

reluciente y la gente que caminaba por las calles se veia con ropa fresca. Corri

a la cocina y comence a preparar el desayuno. De pronto senti sus manos

sobre mi cintura.

-Si eres tan hermosa ¿Por que te cubres tras una sabana?- pregunto mientras

olia mi cabello. Voltee y lo bese.

-Aunque este es el mejor de los sueños-le dije mientras lo abrazaba-necesito

que me digas nuestra realidad-lo mire a los ojos.

-Esta es nuestra realidad Meg-me beso la frente.

Volvi a abrazarlo y olerlo, no queria olvidar su olor, no queria olvidarlo. Lo tome

de la mano y nos dirigimos de nuevo a mi habitacion. Sin pena, me pare frente

a el y me despoje de la sabana, me encontraba desnuda frente a el. Lo mire y

senti como me sonrojaba.

-Siempre sere tuya- lo mire y señale mi cuerpo-siempre tuya-. Se acerco a mi,

levanto la sabana y me envolvio con ella. Acaricio mi cabellos y susurro a mi oido:

-Te Amo Megara-. Mi cuerpo se estremecio, me amaba tanto como yo a el. Y

ahora no solo nos amabamos sino que tambien nos perteneciamos.



Comenzamos a vestirnos y nos fuimos a desayunar. Nuestras miradas

decian mas que mil palabras. Y no podiamos dejar de sonreir. Sin embargo

debia bajarme de la nube. Debiamos hablar.

-¿A donde te iras?-pregunte mientras bebia la taza de cafe- ¿Podremos seguir

en contacto?- le mire con preocupacion.

-Grecia- respondio secamente.

-No hay distancias grandes para nuestro amor-respondi con una semi sonrisa.

-No lo entiendo Meg- me dijo mientras dejaba el tenedor cerca de su plato-no

me dio ninguna razon que valiera la pena- dio un pequeño golpe en la mesa.

Lo observe. Quizas el Dr. Borella pensaba que yo no era la mujer ideal para su

hijo. Tal vez el buscaba a alguien con mas clase para el. Probablemente yo

no llenaba sus requisitos de extravagancias y cosas refinadas, solo era una

chica que habia corrido con la suerte de tener la ascendencia griega y punto.

Tomo mi mano y me observo.

-¿Realmente piensas eso?-

Su pregunta me desconcerto y me quede callada. Por un momento pense que

habia podido escuchar todo lo que pensaba, pero no quera comenzar a idear

otras cosas en mi mente. Debia enfocarme en la situacion.

-Pienso miles de cosas Adrian- segui con mi taza de cafe.



Si bien no podia retenerlo a mi lado. Queria estar segura que la distancia

no nos separaria. Y sabia perfectamente que Grecia no era ir a la vuelta de la

esquina pero yo esperaria por el y contaba con que el esperara por mi.



El fin de semana paso como agua y al darme cuenta ya era lunes.

Ambos habiamos decidido en la mañana no pisar la facultad. Suponia que el Dr.

Borella sabia donde se habia escondido su hijo todo este tiempo, sin embargo

no habia dado ni una seña de vida. Quizas le habia concedido a Adrian este

ultimo fin de semana conmigo. Estaba sentada en el comedor desayunando

cuando salio de mi habitacion. Su rostro estaba lleno de tristeza y aunque yo

queria hacerme la fuerte me era imposible, ambos sabiamos que eran nuestras

ultimas horas juntos. Me tomo de la mano.

-Quiero que la ultima sonrisa que vea en tu rostro sea en nuestro sitio especial-

me levanto de la silla y abrio la puerta del departamento.



Salimos del departamento y el clima estaba un poco fresco. Caminamos

tomados de la mano y en silencio todo el camino. Llegamos a nuestro sitio

especial y nos sentamos en la banca, en esa banca que nos vio demostrar

nuestro amor muchas veces.

-Estare contigo aunque estes lejos de mi vida- le dije y sonrei.

-Siempre estaras conmigo Megara- me abrazo.

Y aquel momento de felicidad en unos instantes se volvio tormentoso. El cielo

comenzo a nublarse y unos pasos se escuchaban venir a nosotros a lo lejos.



Pude vislumbrar entre los arboles el cuerpo del Dr. Borella. Adrian se

puso frente a mi, como intentandome defender de su padre. Ambos quedaron

de frente.

-Te he permitido toda tu corta vida Adrian-dijo con gran molestia-que hagas y

deshagas miles de tonterias, pero en esta ocasion me llenaste el plato-

Su voz se escuchaba llena de furia.

-No me iba a quedar asi-respondio molesto- si me alejas de ella tenia que

disfrutarla aunque fuese unos dias-su voz se entrecorto-¿Por que te empeñas

en separarnos?- le grito lleno de odio.

El Dr. Borella bajo su rostro. Por un momento pense que habia entendido la

situacion y todo volveria a ser como hasta hace un mes. Se acerco a Adrian y

lo tomo del brazo, dejandome sin defensa alguna. Temblaba de miedo, no tenia

idea de que me haria. Se paro frente a mi, sus ojos reflejaban furia.

-Ya una vez los Kostas me arrebataron a quien ame con todas mis fuerzas-me

dijo- no permitire que otro Kostas me arrebate nuevamente a alguien a quien

amo-jalo a Adrian.

Estaba mas confundida que nunca. ¿El Dr. Borella conocia a algun familiar

mio? No entendia la situacion ¿Que amor le habia sido arrebatado? Me quede

impactada y mirando fijamente como el Dr. Borella jalaba con fuerza con fuerza a Adrian

mientras el intentaba zafarse de su brazo. Volvi en si al escuchar sus gritos, su

voz llena de dolor.

-Te amo Megara-gritaba Adrian con la voz entrecortada- volvere por ti, por

que nuestro destino es estar juntos-

Mis ojos comenzaron a llenarse de lagrimas. Reaccione y comence a correr

tras el, podia sentir como las lagrimas se difuminaban por mi rostro y corria con

fuerza. Al salir del parque me tomaron de los brazos dos personas que se

encontraban en la entrada y pude ver como al amor de mi vida lo introducian a la

fuerza en el automovil. Forcejeaba pero por mas que lo intentaba no podia

hacer nada mas.

-No me dare por vencida-le grite a Adrian-yo quiero un mundo contigo y se

que valdra la pena esperar-segui forcejeando hasta que cai sin fuerzas sobre

el suelo y con los ojos hechos agua vi como aquel automovil se alejaba con el

amor de mi vida dentro de el. Vi como Angeles corria hacia mi y la mano del Dr.

Borella la detuvo. No podia dejar de llorar y gritar mientras estaba hecha

pedazos en aquella banqueta.



Alce mi rostro y lo vi. Vi al Dr. Borella subir con Angeles a otro automovil.

¿Tambien me quitaria a mi mejor amiga?. Un grito ahogado salio de mi boca

-¿Por que? ¿Por que me hace esto?- sentia que mi mente daba mil vueltas y

no tenia a menor idea de que era lo que estaba sucediendo. Las personas que

me habian detenido me dejaron ahi y comenzaron su camino al ver como partia

el automovil con el Dr.Borella y Angeles dentro.



No sabia que hacer. Me sentia vacia. ¿Que estaba sucediendo? ¿Por

que nos habian separado? No sabia que hacer ni que pensar. De pronto la

lluvia comenzo a caer sobre mi y despues de un tiempo reaccione. Seguia

tirada en la misma banqueta donde me habian dejado aquellas personas,

observando ahacia la nada. Mi cuerpo temblaba, de frio y de tristeza. Podia

sentir el latido de mi corazon, lento, como si no tuviera ganas de seguir

viviendo.



Me levante y comence a caminar por inercia a mi departamento. Por

mi mente viajaban una y otra vez las escenas. En mi rostro no se veia la

diferencia entre la lluvia y mis lagrimas. Llegue al edificio y observe el

departamento de Angeles, intente asomarme por la ventana pero todo se veia

oscuro. Subi las escaleras y abri la puerta de mi departamento. Me sente en la

silla del comedor y suspire profundo, aun se encontraba su aroma. Estuve

sentada en aquel lugar como una hora, sin pensar en nada, sollozando y

escurriendo el agua de mi cuerpo.



Por un momento desee que mi papa estuviese ahi, necesitaba de el, de

sus consejos, de un abrazo. Observe el telefono y le marque.

-¿Diga?- sono la voz de mi papa.

-Te necesito-dije con la voz entrecortada.

-¿Megara? ¿Que te sucede? ¿Te encuentras bien?- pregunto preocupado.

-No papa-dije llorando-quiero regresar a casa, me encuentro mal y con algo

importante que contarte-.

1 comentario:

vicky dijo...

Esta genial la historia, pero que pasa con ellos? que misterio entrañan esas familias?
Espero con muchas ganas los siguientes capitulos, estoy enganchadisima
Un saludo!!!