29.3.09

capitulo 7. Malas compañias

El semestre continuo su curso y conello las semanas. Cuando me di

cuenta estaba ya en la ultima semana de mi primer mes en Xalapa. Ese fin se

habia quedado marcado y pactado con papa para ir a visitarlo pero

precisamente hacia unos dias atras se habia comunicado conmigo para

decirmeque tendria que esperar 15 largos dias mas para verlo de nuevo. El

trabajo se encontraba muy flojo y yo habia estado gastando excesivamente en

la escuela. Si bien pude haberle dicho que viajaba con el dinero que mama

habia ahorrado para mi, una gran parte de mi no queria dejar a Adrian. Sabia

que si me marchaba un fin de semana, se volveria el fin de semana mas largo

de toda mi existencia.


El dia despues de que habia conocido a Adrian no solo su cuerpo sino

tambien nuestro sitio especial, mama se habia puesto en contacto conmigo.

Sentia una menor carga de conciencia puesto que mi mama tenia mi entera

confianza y encontrandose tan lejos de mi debia estar al tanto de todo lo que a

su hija adolescente le sucedia. Asi que mama sabia perfectamente que estaba

enamorada de Adrian. Que si bien apenas nos acababamos de conocer lo

nuestro era tan inmenso y fuerte que no necesitabamos una vida para

conocernos, por que con una simple mirada lograbamos saber lo que cada

uno pensaba pero sobre todo lo que cada uno sentia.


Me sentia tan llena y tan a gusto. Tan en mi lugar, en mi hogar. En mi

sitio. Lo mio con Adrian iba en mejora. Mi amistad con Angeles estaba mejor

que nunca. Los 3 disfrutabamos enormemente las tarde juntos, viendo

peliculas, comiendo, estudiando en mi sitio preferido. Angeles siempre salia a

la calle con una camara fotografica asi que teniamos miles de fotos de todos y

cada uno de los momentos que vivimos juntos. En una ocasion Angeles tomo

una foto donde posabamos Adrian y yo en nuestro sitio especial, en una tarde

cualquiera de estudio;luego nos daria la sorpresa de regalarnos una a cada

uno para ponerla en cada uno de nuestros relicarios.


Desde hacia una semana habiamos decidido entre los 3 que era tiempo

que el mundo conociera el gran amor que existia entre Adrian y yo. Asi que

habiamos decidido mostrar nuestro cariño frente a la gente, no nos ocultariamos

mas. Si bien la gente se sorprendia al vernos tomados de la mano caminando

por la facultad, a nosotros definitivamente no nos afectaba. Yo estaba mas que

emocionada de saber que ya no tendriamos que escondernos mas. Estaba

contenta por poder besar a mi novio al momento que se me diera la ana pero

sobre todo de caminar mano a mano con el en la calle.


Sin embargo aunque me veia rodeada de felicidad. Aun me quedaba la

espinita de no poder decirle a mi padre, la persona mas importante en mi vida

despues de Adrian, claro estaba, que estaba enamorada pero sobre todo

correspondida pero algo dentro de mi me detenia a haerlo todas y cada uno

de las noches que papa me llamaba. Era como si el mismo destino que nos

habia unido a Adrian y a mi impidiera que papa se enterase.



El viernes por la mañana al pasar por Angeles su semblante se notaba

con preocupacion. Durante el corto camino a la facultas no menciono ni una

sola palabra, comenzaba a causarme un poco de angustia el verla asi pero

tenia miedo a preguntarle. Al llegar al salon de clases fuimos avisados que el

Dr. Salas no llegaria por motivos personales asi que tendriamos 2 largas horas.

Adrian habia llegado un poco tarde ese dia.

-Necesito hablar seriamente con ustedes-nos dijo Angeles mientras se sentaba

en el escritorio principal.

-¿Es acaso lo que me temo Angeles?-le pregunte llena de enojo y tristeza a la

vez.

-Algo parecido Meg-su respuesta sono tan triste.

-Yo no se de lo que quieres charlar Angeles-contesto Adrian con mucha

seguridad-y creeme yo tampoco lo esperaba-tomo mis manos entre las suyas.

Me encontraba llena de confusion. Adrian habia tomado mis manos, por lo

tanto no dudaba de su propio amor por mi, pero ¿Que era el causante de toda la

tension que se sentia entre los 3?, ¿Por que ambos estaban tristes y a la vez

preocupados?

-Tranquilizate Meg-me dijo Adrian mientras dirigia su mirada a Angeles-no la

mantengas mas a la expectativa y solo diselo Angeles-

-Meg-suspiro-al parecer a mi tio no le agrada que nosotros estemos juntos,

bueno mas bien que tu y Adrian sean mas que amigos, creo que el hecho de

verlos en estas ultimas semanas juntos le hizo recordar ciertas cosas y

situaciones que no le parecen-me miro con mucha seriedad.

Mi mente se habia quedado en blanco. Asi que el Dr.Borella no me queria y

¿Cual era el problema? podriamos volver a ocultarnos, aunque esa idea no me

gustara del todo, pero se que podriamos volver a hacerlo. Sin darme cuenta

mis ojos comenzaron a llenarse de lagrimas y mi cuerpo comenzo a sentirse

debil. Me sente en mi banca. Adrian me abrazo.

-Aunque quisieramos volver a escondernos, ahora tal vez sea imposible-

susurro a mi oido. Mientras pudo observar como Angeles observaba a Adrian y

ambos asentaban con sus cabezas. Ella sabia mas. ¿Por que no

podemos volver a escondernos?-comenzaba a enojarme. Lo mire con los ojos

llenos de furia y dolor. Tome mis cosas y sali corriendo, pude escuchar al salir

del salon como Angeles me gritaba, no queria saber nada de nadie, llevaba mi

mente en blanco, no queria que mi fugaz historia de amor terminara de esta

manera. No podia ser posible, como algo tan bello, tan puro tuviese un final

turbio y triste. De pronto choque estrepitosamente con alguien, cai frente a sus

pies y todos mis libros salieron volando de la mochila, alce mi mirada llena de

lagrimas y era Dr. Borella. Nos miramos fijamente. El sabia que Adrian habia

charlado conmigo, se notaba en mi rostro.

-¿Que le he hecho?-me limite a preguntar entre sollozos.

-Creo que necesitas platicar con tu padre-me dijo con aquella voz seria como

si no le diera ni una pequeña gota de tristeza o aunque fuera lastima.

-¿Por que lo quiere alejar de mi?-volvi a cuestionarlo.

-Por que asi deben ser las cosas Megara-alzo su mirada y penso en el

pretexto mas absurdo que habia escuchado en años-a veces-me respondio-

ciertas personas se vuelven malas compañias-

Comence a recoger rapidamente mis libros y guardarlos como pude en la

mochila, el Dr. Borella seguia ahi parado, inmutado. Me levante y lo rete con la

mirada.

-¿En que momento uns persona que ha sido alabada por su excelente

promedio al entrar en esta facultad de Medicina se vuelve mala compañia?-

Se quedo callado. Y se limito a observarme por un momento. La situacion me

comenzo a incomodar, no daba respuesta alguna a mis preguntas, me

observaba como si le gustase verme sufrir. Nuevamente lo mire y le cedi el

paso. Tenia ganas de golpearlo fuertemente y caer nuevamente frente a el

hecha un mar de llanto.

Volvi a avanzar con mas calma hacia la salida de la facultad cuando Angeles

me alcanzo. No tenia ganas de platicar. Me limite a dejarla que me acompañara

hasta el departamento. En la puerta nos quedamos paradas, yo para un zombi

mas que una persona.

-Debes dejar que te de su explicacion-me dijo Angeles.

-¿Que explicacion Angeles?-respondi llena de furia-Si parece que el al igual

que su papa ya tomo la decision de dejarme-las lagrimas volvian a salir sin

control.

-Solo descansa esta mañana Meg-me dijo Angeles mientras me abrazaba-

deja que Adrian hable de nuevo con mi tio-suspiro.

-¿Por que no me das "el tiro de gracia" ya-volvi a contestar molesta-tu sabes

lo que sucedera Angeles, me prometiste decirmelo, solo hazlo- Angeles se

quedo callada un largo momento, parecia que ordenaba sus ideas y buscaba

una forma sutil de decirme, lo que acabaria por destrozar mi corazon.

-Se marcha el martes-contesto triste-procura no seguir enojada con e por que

de ti depende que este sea el ultimo fin de semana especial-sus ojos

comenzaron a llenarse de lagrimas.

Abri la puerta de mi departamento ydespedi de ella. Ahora solo queria

dormir y no volver a saber nada de nadie. Queria que todo fuese una terrible

pesadilla. Que abriria los ojos y volveria a comenzar el dia de hoy.

Me recoste en la cama y comence a desear con todas mis fuerzas que

Adrian estuviese conmigo. Si estos serian nuestros ultimos dias juntos no queria

que el Dr. Borella me robara mas horas al lado de la persona que tanto amaba y

que tendria que dejarme con el corazon hecho añicos. Tocaron a la

puerta y me levante con prisa. La abri y ahi estaba el. Me observo toda triste y

con los ojos inflamados de tanto llorar. Paso sus manos por mi rostro y me

beso la frente. Pude sentir como caian un par de lagrimas en mi rostro. Lo tome

de la mano y lo guie hasta mi habitacion. Se recosto. Lo abrace como si no

quisiera dejarlo ir nunca y entre las lagrimas que no dejaban de salir me quede

profundamente dormida. Queria soñar nuetro final feliz.

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