24.3.09

Capitulo 5. Un secreto que guardar.

Y volviamos a la rutina escolar. Con muchas mas ganas de las

normales. Llegamos juntas Angeles y yo a la Facultad y el hombre de mis

sueños ya se encontraba sentado en la banca justo atras de la mia. Queria

correr a sus brazos, pero debiamos guardas por un tiempo nuestro amor. El dia

paso normal. Nos dedicabamos a hablar de las clases, a apuntar mas cosas de

lo normal puesto que dos dias se habian perdido y los Doctores no querian que

fuera tiempo que no habia valido la pena. El jueves y viernes paso

rapidamente. No hablabamos de otra cosa mas quie de la escuela. Aunque

nuestras miadas decian mas que mil palabras.



El viernes por la tarde tenia una serie de libros que ir a comprar. Porque

al parecer Angeles y Adrian sabian la lista de memoria y los tenian desde hacia

tiempo.

-Supongo que querras comprar todo lo que tienes apuntado en esa lista-

comento Angeles mientras señalaba mi pequeña libreta.

-Asi es, estaba a punto de preguntarles sobre una libreria cercana-

-Nosotros te llevamos-dijo Adrian.

-Me parece perfecto,supongo no seran libros pequeños y temia tener que

cargarlos de regreso a casa-sonrei timidamente.



Nos acercamos a su carro. Aquel dia que me llevo a la cabaña no habia

puesto atencion. Tenia un hermoso Jetta blanco de 4 puertas, sin embrago

parecia que habia suficiente en el, aunque no era un auto de carreras,

podria dar la impresion de serlo, sin embargo yo sabia tanto de carros como de

poesia, claramente nada. Me quede perdida en mis pensamientos mientras

ibamos a la libreria, en esta ocasion habia pedido el asiento trasero. De pronto

senti una opresion en mi pecho. ¿Estabamos en lo correcto? ¿Debiamos

seguir con esta situacion de quedarnos con las ganas? No sabia por que de

pronto ya no me sentia segura de este amor. De este instantaneo amor.

Senti una mirada, voltee y era el viendo desde el espejo retrovisor, sus ojos se

veian tambien llenos de dudas, quizas pensaba lo mismo que yo, tal vez sentia

lo mismo que yo en estos momentos. Tome el relicario que Angeles me habia

regalado y cerre los ojos.

-¿Y que esperan para decirmelo?-la voz de Angeles rompio el silencio.

-¿Decirte que?-sonamos al unisono Adrian y yo.

-Jaja, ¿ahora hasta para contestar son el uno para el otro?-pregunto Angeles-

Decirme que son novios en tal solo dos simples dias de conocerse y que se

mueren de ganas por gritarlo al mundo, eso. ¿Cuando piensan decirmelo?-

volvio a preguntar. Yo voltee a ver de que manera sorpresiva a Adrian y espere que

el diera la respuesta.

-¿Acaso contigo no se puede guardar ni un simple secreto?-contesto Adrian.

-Aja! Lo sabia, sabia que no era una locura, lo vi, lo vi en tus ojos cuando fuiste

por mi y lo vi en la cara de Meg cuando fui a su casa-dijo sonriente-nunca he

fallado en mis premoniciones-rio picaronamente.

-¿Premoniciones?-pregunte sorprendida.

-No le hagas caso Meg, siempre he dicho que esta loca-me respondio Adrian.

-Tan loca, que el domingo que me visitastes te recorde que habia soñado que

encontrarias a una mujer de la que te enamorarias en el momento de verla y

mira que la encontrastes-sonrio mientras me observaba.

-¿Me pueden decir de que diablos hablan?-volvi a preguntar.

-Angeles tiene algo hereditario de mi Tia Penelope, su madre, algo asi como un

"don" que hace que sueñe con cosas que pueden suceder en un futuro, ella te

vio venir hace tiempo y tambien vio lo que sucedio el martes-me respondio

apenado.

-¿Todo lo que sucedio el martes?-pregunte apenada.

-Megara!!! te cuentan que tengo cierto "poder sobrenatural" y tu en vez de

espantarte y decir ¿con que tipo de personas extrañas estoy? ¿Te preocupa

que yo supiera todo lo sucedido el martes?-grito Angeles-si que eres una chica

extraña-rio a carcajadas. Me limite a mirarla e intentar entender la situacion.

Sim embargo era algo que no me ompactaba, lo habia visto en peliculas, lo

habia visto en reportajes del Discovery Channel, no era algo nuevo, ni de

miedo.

-¿Y soñaste esto?-pregunte dudosa.

-Es extraño. No son sueños constantes o seguidos. Me pasa por momentos y

a veces no se si son sueños premonitorios o simple y sencillamente sueños-

-Pues debe ser muy confuso-conteste.

-Lo es, pero a fin de cuentas llegas a acostumbrarte-dijo resignada.

-Bueno chicas. Creo que llegamos-comento Adrian.

Paramos frente a un hermoso edificio que parecia estar ubicado en el centro.

Antiguo, enorme.

-Esta es la mejor Biblioteca de Medicina con que cuenta esta ciudad-me

comentaba Adrian mientras tomaba mi mano. Le sonrei y bese la mejilla.

Entramos y buscamos los libros necesarios, los compre con los ahorros que

mama me habia enviado. Mientras esperaba en la caja que el joven me

entregara mi recibo, sin darme cuenta comence a jugar con mis manos el

relicario que llevaba puesto.

-Asi que tu fuiste la otra elegida por Angeles-me dijo Adrian mientras tomaba

mis manos y observaba el relicario.

-Si, me dijo que hace tiempo te habia regalado uno igual a ti-le dije pero veo

que tu no haces caso a sus instrucciones, ya que no lo veo contigo-le dije

mientras señalaba su pecho.

-¿no crees que me veria muy afeminado con algo asi en el cuello?-me dijo

mientras hacia gestos en su rostro-prefiero traerlo conmigo en mi llavero-saco

las llaves de su bolso y ahi estaba, el mismo relicario en forma de corazon-

siempre esta conmigo, tal como Angeles me lo pidio-.

Nos quedamos mirandonos el uno al otro. De pronto el joven nos interrumpio y

nos entrego la nota. Vimo que Angeles se acercaba con una montaña de

libros, le abrimos espacio y esperamos el pago de su compra.



El resto de la tarde transcurrio entre bromas y risas. Los tre realmente

nos llevamos muy bien. Adrian nos llevo a comer helado y visitar los parques

cercanos de la ciudad. Angeles llevaba una camara y nos hizo tomarnos miles

de fotos entre los tres. Realmente disfritaba cada momento con ellos. Eramos

como una pequeña familia. Comenzo a oscurecer, sabi que era hora de que

volviera a casa, papa llamaria y no queria colver a causarle otra molestia en la

misma semana.



Al llegar a los departamentos. Adrian nos ayudo con la montaña de libros

que ambas habiamos comprado, primero con los de Angeles que vivia en el

primer piso y despues conmigo.

-¿Te la has pasado bien?-me pregunto Adrian mientras acomodaba los libros

en la mesa.

-De maravilla-respondi con una sonrisa.

-¿Que piensas hacer mañna?-comenzo a acercarse a mi.

-De hecho tenia pensado llevarte a un lugar que conozco-le dije mientras lo

tomaba de las manos y me acercaba a su rostro.

-¿Ah si?-me respondio sorprendido-la turista me llevara a un lugar que conoce-

me dijo y mordio sus labios.

-Si, es cruzando la calle-le dije mientras soltaba sus manos y las pasaba

alrededor de la cintura. Nos fundimos en un beso. Un beso deseado desde

hacia dos dias. Era como si nuestros labios se hubiesen necesitado todo ese

tiempo.

-Pasare por ti temprano-susurro a mi oido sin dejar de abrazarme.

-OK, entonces preparare el desayuno-le sonrei.

Nos acercamos a la puerta. Me beso mi frente, era como su señal de

despedida.

-Te quiero Meg-dijo al alejarse.

-Y yo a ti-le susurre en forma que leyera mis labios.



Era extraño tener que aparentar las cosas frente a la gente. Sim embargo

cuando estabamos a solas, los dos, era como si no nos vieramos en meses.

Me daba gusto saber que Angeles ya lo sabia y que al menos frente a ella no

debiamos aparentar nada. Sin embargo lo que Angeles me habia contado esa

tarde me habia dejado impactada. Y me llenaba de angustia. Debia hablar con

ella, tal vez ella soñaria el dia que Adrian decidiera dejarme o cuando nuestro

amor terminari y aunque no queria que llegase ese momento, me gustaria

estar preparada para ello. Lo habia decidido, despues de que papa marcara

bajaria a el departamento de Angeles y hablaria con ella.



Sono el telefono. Platique los ultimos detalles de la semana con papa, le

comente que habia ido a comprar mis libros y que mañana me dedicaria a

pasar cosas en limpio de la escuela, se escuchaba tranquilo y me comento que

no me preocupara si ese fin de semana no sabia de el, iba a ir de caza con su

amigo Oscar y probablemente volverian el domingo por la noche. Le desee

buen viaje y nos despedimos.



Me asome por la ventana y una neblina intensa habia bajado. Me puse

la chamarra mas abrigadora que tenia y baje al departamento de Angeles.

-Meg, estaba pensando ent i-me dijo Angeles al abrir la puerta-pasa, pasa-

comento mientras se alejaba de la puerta y entraba en la cocina.

-Estoy haciendo chocolate-me comento-toma asiento donde encuentres-rio

timidamente. Su departamento era obviamente del tamaño que el mio;

solo que mucho mas amueblado, tenia un comedor, su pequeña sala y todo un

cine en casa, una television enorme, una gama de dvd´s y tambien unas

bocinas enormes, todo lleno de las miles de bolsas con las que habia subido

aquel dia al regresar de su viaje. Asi que mejor opte por sentarme en una silla

del comedor.

-Justamente te iba a telefonear para que bajaras-me dijo mientras se acercaba

a mi con un par de tazas de chocolate-¿Te gusta con malvaviscos?-pregunto

señalando al bolsa de la mesa.

-Si, gracias-me acerco la bolsa y comenzamos a tomar chocolate-esta

delicioso-le conteste.

-Lo se-rio timidamente-creo que es la unica especialidad en cuanto a cocina-

bebio un sorbo-asi que...¿A que debo tu visita inesperada?-sonrio.

-Pues creo que ahora si ha aparecido la Megara llena de dudas que querias

encontrar en el automovil por la tarde-le dije sonriente.

-Vaya chica!! Tu si que eres realente extraña-dijo un poco aturdida-¿Cuales

son tus dudas Meg?-pregunto mientras volvia a darle un sorbo a su chocolate.

-¿Como supiste que yo era la chica para

Adrian?-

-No lo se Meg, me miro seria-simplemente lo supe, una noche soñe que

vendria una persona con tus caracteristicas y que esa persona estaba

destinada para Adrian-se encogio de hombors y continuo con su chocolate.

-Es que no se Angeles-dije angustiada-esto con Adrian ha sido tan inesperado

para mi, tan irreal que tengo miedo que termine de la misma manera que

comenzo, asi de precipitado-

-Eso no sucedera Meg-dijo muy segura-mis premoniciones nunca fallan,

cuando mis padres fallecieron lo supe una noche antes-contesto un poco

triste-y muchas cosas mas han sido ciertas, supe lo del financiamineto de mis

padres por un sueño, vi este departamento en un sueño,nunca falla-

-Prometeme algo-le dije angustiada-el dia que sueñes que lo mio con Adrian

se vuelve tormentoso ¿me lo diras?-

-Mmm esta bien-contesto resignada-peroaunque te lo diga, no creo qu

puedas hacer algo en contra de eso-

-¿Por que?-me embargo la duda.

-Si Meg-dijo dudosa-si me enterara que lo de ustedes se vuelve tormentoso, de

todas formas tendrian que seguir viendose en la facultad, no podrias alejarte-

-Lo se- dije seria mientras bajaba la mirada-pero tal vez lo podriamos

solucionar ¿no crees?-

-Quizas-respondio triste-Yo quise solucionar lo de mis padres, les rogue

enormemente por que no viajaran pero mama dijo que contra el destino no se

lucha-encogio los hombros.

-¿Crees que es correcto Angeles? ¿Crees que es correcto lo mio con Adrian?-

pregunte desesperada.

-Es el destino Meg-sonrio mientras acariciaba mi mano-no luches contra el,

solo deja que se cumpla-

Continuamos tomando el chocolate. Tal vez Angeles tenia razon. Quizas no

deberia angustiarme aun. Tal vez cosas buenas y hermosas nos deparaban a

mi y Adrian.

-Solo disfruta el presente-me sonrio Angeles-no te angusties, ni agobies, solo

disfruta ese enorme amor que se tienen-

Aunque queria que sus palabras me consolaran, esa espina seguia dentro de

mi. Tenia miedo un enorme miedo al amor, un enorme de separarme de

quien me completaba en muchos aspectos. Miedo a la incertidumbre. Y eso era

mas extraño aun, por que nunca habia sentido algo asi, aunque si analizaba

con mas detenimiento nunca habia estado realmente enamorada y ahora

entendia el por que a veces se decia que el amor dolia, por que yo estaba

segura que amaba intensamente a Adrian, pero me dolia tanto el no saber

que sucederia.



Termine mi chocolate y me despedi de Angeles.

-Supongo que mañna no nos veremos-sonrio.

-Saldre con Adrian-la mre timidamente.

-Lo se-me dijo seria-lo soñe anoche-sonrio.

-¿Le gustara el lugar?-pregunte.

-Aunque no creas, no lo conoce y le encantara-me dio un abrazo.

Cuando me acercaba a las escaleras Angeles me miro,volteo rapidamente a la

mesa y me dijo:

-Meg, guarda eso en tu cuarto, cerca de la cama-me avento la caja pequeña y

unas carcajadas sonaron.

-¿Que es?-pregunte mientras tomaba la caja.

-Algo que necesitaras, lo tuve en un sueño-

La mire, abri la caja y se encontraba repleta de preservativos, la volvi a mirar

-¿Es una broma verdad?-le dije con un rostro un poco espantado.

-Jaja, sinceramente no lo soñe,pero quizas los necesites en algun momento-rio

a carcajadas.

-Que descanses Angeles- la mire un poco sonrojada y me lleve la caja

conmigo.



Lo soñaria. Me preocupaba eso, sabia que el dia que Adrian y yo

tuvieramos un acercamiento, ella lo soñaria. Mis mejillas se encontraban muy

sonrojadas. Observaba la caja entre mis manos y comence a reir. Angeles si

que estaba loca pero quizas eso podria suceder, somos jovenes, yo vivo sola,

llevabamos un noviazgo por mucho que decir descomunal y veloz. Yo lo queria ,

el me queria. Podria suceder. Volvi a observar la caja y me sonroje. Entre a mi

departamento. Me puse el pijama y acomode la caja junto a mi buro. La mire y

sonrei. Supongo que no pierdo nada con ser precavida. Apague la luz y me

dispuse a dormir.

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