A la mañana siguiente tal como habia quedado con Angeles pase por
ella a su departamento. Ambas caminabamos alegremente a la Facultad
cuando de pronto nos topamos con miles de banderas rojas y negras en todas
y cada una de las puertas y ventanas del edificio principal.
EXIGIMOS MEJOR PAGA!!! QUEREMOS MAS AYUDA EN MATERIA DE
SALUD!!! NO MAS CONTRATOS DE PERSONAS QUE COBRAN Y NO
TRABAJAN!!!
Todas esas frases se dejaban ver en miles de pancartas. No lo podia
creer, la escuela estaba en huelga, mi primer semestre se veia frustrado y no
sabia si por dias o quizas meses.
-Ni papa se lo esperaba-comento Adrian que se encontraba atras de nosotras.
-Supongo debe estar muy molesto-le respondio Angeles mientras se sentaba
en la acera de la banqueta.
-No tienes idea,me trajo vio la situacion y ni siquiera me dejo regresar a la casa,
solo me indico que bajara e hiciera el dia de hoy lo que se me diera en gana-
comentaba mientras esa bella sonrisa volvia a iluminar su perfecto rostr.
Mientras observaba el edificio, al personal y a Adrian, no tenia la menor idea de
que hacer. No podia volver a casa por que no sabria cuando terminaria la
huelga, no queria comprar mis libros por que aun no terminaban de
presentarse todos mis profesores pero en definitiva no queria volver a mi
departamento y estar encerrada dia tras dia.
-¿Meg? ¿Meg? ¿Megara?- me hablaba Angeles mientras me sacudia de un
brazo
-Dejala-dijo Adrian-seguramente debe estar igual de angustiada que papa por
no tener clases-solto una risa picarona-debe de estar pensando en sus extra
curriculares o en los libros que no sabe cual comprar-rieron estrepitosamente.
Me sonroje y los mire con un poco de molestia. Por que lamentablemente tenia
un poco de razon aunque mi mayor miedo era estar sola.
-Muy graciosos-respondi-solo me preocupa el hecho de no saber que hacer-
dije-es la primera vez que vivo sola y no es del mucho mi agrado.
-Bueno papa me dejo el dia libre hoy-me dijo Adrian mientras tomaba mi
mano- ¿Que les parece si vamos a dar la vuelta? Tambien me dejo el
automovil-sonrio mientras bailaba las llaves en su mano.
-Excelente idea primo, lamentablemente yo quiero aprovechar esta huelga y
viajar a ver a la Tia Constanza-comento entusiasmada Angeles-¿Me podrias
dejar de camino a la terminal de autobuses?-
-sera un placer-repondio mientras me observaba fijamente.
Me encantaba! No lo podia evitar,era si de sencillo. No podia creerlo
que en tan poco tiempo una persona me hiciera sentir tantas sensaciones
encontradas con una simple mirada. Una mirada que me fulminaba, me
sonrojaba, me enamoraba. Nos acercamos al automovil y nos subimos. Angeles
tomo el asiento de atras puesto que solo la dejariamos en la central de
autobuses. Llegamos al destino, se bajo y se despidio de beso de ambos pero
al hacerlo de mi, murmuro en mi oido:
-Procura disfrutar la tarde- y una sonrisa salio de sus labios-se que mi primo
no solo quiere tratarte como amiga-se alejo y se despidio con la mano.
¿De que se trataba? ¿Acaso Angeles hizo a proposito eso de viajar para
dejarnos solos? ¿Adrian le habia contado algo? ¿Se notaba tanto la forma en
que me sonrojaba y me ponia nerviosa y tan estupida cuando estaba cerca de
el? Todas esas preguntas me torturaban lentamente mientras Adrian avanzaba
en el automovil en un rumbo que yo no tenia la menor idea, comence a temblar
de frio, no sabia si por los nervios o por que el clima realmente asi lo
ameritaba.
-¿Te encuentras bien?-escuche de pronto, al parecer habia estado totalmente
seria desde que habiamos dejado a Angeles.
-Si, claro-conteste aunque por dentro queria que el contestara todas mis
dudas-supongo que solo tengo un poco de frio-dije en tono serio y
despreocupado.
-Pues pongamos la calefaccion-sonrio mientras me observaba de reojo-y
quizas tambien un poco de musica ¿no crees?, al parecer este viaje comienza
a sentirse incomodo-termino su frase un poco desilusionado.
-¿Que dices?-conteste sorprendida-el hecho de que este un poco seria no quiere
decir que tu compañia me moleste-de hecho tu compañia me agrada, me
vuelve loca dije para mis adentros- te agradezco inmensamente que ocupes tu
tarde en mi, sabes odio estar sola-
-Bueno si tu lo desearas, no volverias a estar sola en mucho tiempo-me
respondio mientras sus mejillas se sonrojaban-eres muy bella Megara, por no
decir la mujer mas hermosa que he visto-
Todo se torno en silencio. Nunca antes nadie me habia dicho eso, salvo mi
papa claro esta, pero todos sabemos que los piropos hechos por los padres
nunca se deben de creer. Pense que me veria de todos los colores, no sabia
que hacer, que responder.
-Gracias, al parecer tus halagos me dejan sin palabras- ¿Tus halagos me dejan
sin palabras? ¿En que piensas? ¿Acaso eres una niña de secundaria?.
-Jaja-respondio rapidamente-tus pensamientos, ¿siempre te cuestionas?-
-¿Como sabes que me estoy cuestionando?- lo mire extrañada mientras me
acomodaba en el asiento y lo miraba fijamente.
-Es solo un decir-contesto nervioso mientras cambiaba la estacion de radio-ya
sabes eso que dicen que cuando tardas en responder algo es por que te
cuestionas-me sonrio.
-No lo sabia-conteste confundida. Supongo que si, no creo que pudiese leer
mis pensamientos. ¿Que diablos pasa conmigo?
-nada-escuche que contestaba a mi pregunta.
-¿Perdon?-respondi
-nada-contesto nuevamente-nada de musica interesante en la radio-me miro
de reojo y sonrio.
El radio en "Scan" pasando estacion tras estacion sin nada de
musica que nos agradara a alguno de los dos. De pronto sono " Can´t Take My
Eyes Off Of You" version Muse, un poco mas rocker. Lo mire y pare en esa
estacion. De pronto deje de cuestionarme cosas sobre mi, ya llevabamos
bastante tiempo en el automovil y la duda me invadio.
-¿Se puede saber a donde me llevas?-dije intrigada.
-Vaya! pense que nunca lo preguntarias, llevamos exactamente 20 minutos de
camino y al parecer tu seguias inmersa en ti misma-
Mi unica respuesta fue sonrojarme y una breve risa se dibujo en mi rostro.
-Vamos a una pequeña cabaña que mi papa tiene en una hermosa montaña-
comento estusiasmado-se que te gustara-
Una cabaña. Demasiado romantico para una primera cita. Bueno no
demasiado romantico para mi, de hecho era perfecto. Podria imaginarme
recostada junto a el en un banco, frente a un bello lago. Un primer beso con el.
Vaya solo de imaginarlo era tan delicioso. De pronto un suspiro.
-¿En que piensas ahora?-pregunto.
Mi rostro volvio a sonrojarse. Me arme de valor. De mucho valor. estaba
decidida a resolver mis dudas en este momento y de pronto tras un mundo dearboles, una gran cabaña se asomo. Con un hermoso paisaje, un lago, nieve
por todos lados. No podia creer que un lugar asi existiera, no podia creer que
me encontrase en un lugar asi.
-Que hermoso-me limite a contestar. Mis ojos podrian haber estado apunto de
salirse de sus orbitas, no me alcanzaban para saciarme de tan bello paisaje.
-Realmente lo es ¿verdad?-
-Es como el cielo aqui en la tierra-lo mire mientras estacionaba el automovil.
-Podemos bajarnos-me dijo mientras me observaba, no podia evitar dejar de
ver con impacto todo.
-Jaja, si lo se que me veo muy embobada-respondi de forma graciosa.
Nos bajamos del automovil, hacia un frio increible pero el paisaje valia la
pena. Camine hasta encontrarme lo suficientemente cerca del lago, de pronto
senti que Adrian ponia sobre mi un abrigo. Era mi escena, mi escena de amor.
Respire profundamente, el aire fresco y frio como el hielo entraban lentamente
por mis pulmones, escuchaba al detalle el cantar de las aves. Me encontraba
completamente feliz. El sitio, la compañia, el sentimiento.
-¿Quieres conocer la cabaña?-
-Claro-dije sonriente mientras caminabamos hacia ella.
Una hermosa cabaña, estilo rustico, enorme, al menos lo era para mi. Su
chimenea, sala, comedor, una escalera.
-Bienvenida a mi sitio especial-extendio los brazos mientras me lo mostraba.
Miraba de un lado a otro mientras giraba sobre mi propio eje. Observaba cada
detalle.
Por un momento pense que todo era un sueño, que en cualquier
momento sonaria mi despertador y el dia comenzaria, sin huelga, con clases
normales. Comence a escuchar una balada, una cancion conocida. Voltee
hacia donde el sonido me guiaba y ahi estaba el, tan hermoso, justo junto a esa
enorme chimenea.
-La Vie en Rose-comente mientras me acercaba a el y sonreia. Me tomo entre
sus brazos y comenzamos a bailar. Esa hermosa sensacion en mi estomago,
esas miles de mariposas revolotear, era el, estaba segura de que era él el
indicado.
-¿Crees que lo soy?-susurro a mi oido.
-A veces solo se sabe que lo eres-respondi con un poco de confusion mientras
volvia a perder mi rostro entre su hombro y respiraba cada olor de su hermoso
cuerpo. No sabia por que ahora las dudas no me acribillaban, no sabia por que
simplemente le habia respondido. Con sus dedos alzo mi rostro suavente,
mi cuerpo temblaba, era como si miles de chispas pasaron por el, mis ojos
observaban ansiosos sus ojos. Poco a poco acerco sus labios a los mios,
hasta que se vieron hechos uno solo. Mi corazon latia con un poco mas de
fuerza y mi cuerpo comenzaba a sentirse flojo, como desganado. Si bien era
una sensacion un poco extraña era de lo mas adictiva. Se alejo lentamente de
mi, y con sus fragiles dedos rozo mi mejilla.
-Quiza no fue como lo imaginaste-me miro y sonrio.
-A veces no se cumple todo lo que se desea-sonrei y tome con fuerza su mano
derecha, mientras nuestros dedos se unian.
-Quizas suene un poco extraño, pero tengo la sensacion de poder decir que me
encuentro perdidamente enamorado de ti- sus mejillas se sonrojaron.
-Me da gusto saber que no soy la unica lunatica que piensa eso- lo mire
mientras me ponia de puntillas para alcanzar de nuevo sus labios.
No queria pensar en nada ma, no queria llenarme en ese momento de dudas,
de como conocer a una persona en un dia y al otro simple y sencillamente
puedes decir que la amas. Solo era necesario saber que era el momento y el
lugar perfecto. Y si esto era un sueño, habia sido el mas maravilloso de todos y
simple y sencillamente no queria ni mucho menos tenia la mas minima gana de
despertar.
Helga Schneider - Déjame ir, madre
Hace 10 años
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