Siempre he odiado las despedidas. Cuando mama su fue a conocer el
mundo me volvi un mar de lagrimas y aunque estabamos en constante
comunicacion,aun recordaba aquel nudo en la garganta cuando la vi subir al
avion y como mis ojos se llenaban de lagrimas mientras sonreia y agitaba mi
mano diciendole adios. Hoy no queria dejarle esa impresion a papa. Asi que
cuando abri mis ojos note que el seguia descansando, me levante y prepare el
desayuno, queria darle una despedida llena de felicidad.
-Buenos dias Meg-escuche desde la recamara- veo que ya estas preparando
el desayuno, me metere a bañar, en cuanto termine debo comenzar el viaje-
-Buenos dias papa, prepare tus favoritos, waffles con nutela-respondi mientras
tarareaba su cancion. Aunque tenia miedo de llorar, realmente estaba
completamente feliz. Mañana seria un gran dia para mi. Lleno de espectativas
y hoy era mi ultimo dia de descanso y asi que disfrutaria con mi papa por que
no nos volveriamos a ver hasta dentro de un largo mes.
-Gracias pequeña-comento mi papa mientras servia el desayuno en la mesa.
-Te lo mereces, nos lo merecemos, sabes no quiero una despedida llena de
tristeza, solo quiero que recordemos este desayuno hasta dentro de un mes
que lo volvamos a tener-sonrei.
-Me agrada tu actitud,sabes que hoy debes prepararte,mañana sera un
largo dia, debes de dar una vuelta por aqui y checar tus rutas de estudio,todo-
comento con un poco de preocupacion.
-Papa,no te preocupes,prometo que en cuanto te marches ire a conocer el
lugar,antes de que oscurezca,aunque sabes que amo la noche tanto como
tu-
-Solo promete que te protegeras y no te meteras en lios- me dijo en tono serio
y mirandome a los ojos.
-Jaja,vamos papa en que lios me puedo meter si no cuento ni con amigos,no
te preocupes serela misma chica ermitaña y antisocial- lo mire y continue
desayunando.
Fue el desayuno mas largo y silencioso que papa y yo tendriamos. Quizas
ambos queriamos llorar y abrazarnos pero tambien no queriamos que ninguno
de los dos se quedase con esa impresion. Terminamos y lo acompañe abajo a
la camioneta.
Nos dimos un fuerte abrazo y ambos sonreimos.
-Meg-me dijo mientras me abrazaba-recuerdas que cuando mama se fue y
deseaste con mucha fuerza que una tormenta cayera y atrasara el vuelo y de
pronto esta se cumplio-
-Si papa, fue una gran coincidencia ¿no crees? Pude pasar un par de horas
mas con ella-dije con un tono serio y despreocupado.
-Si, solo promete no desear algo con tanto impetu-dijo mientras me
besaba la frente.
-Creo que esta despedida te esta volviendo un poco paranoico, ¿que acaso yo
tengo algun superpoder mental o algo asi?
-No cariño, solo eres una Kostas mas-dijo con una mueca en el rostro-tal vez
aqui sea momento que conozcas tu pasado, tu presente y probablemente tu
futuro, los Kostas somos una familia, como podria decirte,especial-
-Jaja.... si papi, que tengas buen viaje, veo que tu si cumples eso de que las
despedidas no deben ser tristes, sino al parecer llenas de incertidumbre-
conteste mientras le daba un puñetazo en el brazo derecho.
Subio al automovil, bajo la ventanilla y me vio ahi parada, solo, llena de
ilusiones, miedo y dudas. Me avento un beso con la mano y sonrio.
-Te marco en cuanto llegue-
-Si, estare aqui no creo ir tan pronto a alguna fiesta de bienvenida-respondi
sarcasticamente.
Y asi comenzo el automovil a avanzar. Mi corazon latia con mucha fuerza.
Deseaba enormemente que mi padre no tuviera ningun percance y de pronto
senti sobre mi una refaga de aire frio, creo que era momento de subir de nuevo
al departamento y comenzar a pensar en mañana.
Y ahora si me encontraba completamente sola, en un pequeño hogar, mi
hogar. Lo observe y me sente en una silla de lo que se podria decir que era mi
sala y una gran sonrisa ilumino el lugar.
-Solo una Kostas mas-dije entre mi mientras observaba la fot que tenia con
papa que habia acomodado en la pared-tu si que estas loco padre-.
Comence por limpiar los trastos del desayuno y poner a todo volumen la
musica de mi iPod, mientras tarareaba y acomodaba mi nuevo hogar, me di
cuenta que pasaban de las 12:00, papa habia salido a las 10:00 asi que dentro
de una hora mas marcaria y avisaria que llego bien. Decidi darme un delicioso
baño con agua tibia y meditar que ponerme para mañana y tambien dar el
pequeño recorrido a mi ruta escolar.
Mientras me alistaba, me observe durante un largo rato en el espejo. Era
una chica normal, mas no especial como decia papa. Mi cabello lacio y a la
altura de los hombros, de un negro oscuro, mis ojos un poco grandes de color
cafe con unas enormes pestañas, unos ojos que demostraban todo lo que l
llevaba dentro mi, mis ojos realmente eran una ventana a mi alma, mi cuerpo
un poco robusto poer muy a gusto con el, tenia las curvas necesarias para
poder atraer a cualquier chico si lo deseara, lamentablemente eso no era uno
de los propositos que tenia en mente al llegar aqui. Era una chica normal, sin
ningun rastro especial en mi rostro. Comenzaba a mirar con detenimiento mi
cara cuando el sonido del telefono interrumpio mi concentracion y analisis.
-¿Papi?-conteste.
-Asi es pequeña, he llegado con bien. ¿Como te encuentras?-pregunto.
-Bien, de hecho acabo de terminar de bañarme y arreglarme para buscar mi
ruta escolar y quizas algo de comer, veo que dejamos el refrigerador un poco
vacio-
-Te deje un poco de dinero para esta semana en un bote de cafe que acomode
en la alacena, el proximo sabado recibiras de nuevo tu semana-respondio un
poco angustiado y triste.
-No te preocupes, recuerda que mama me ha enviado constantemente dinero a
una cuenta que nunca ocupe asi que cualquier imprevisto cuento con ese
comodin-dije para consolarlo.
-Bueno Meg, no te quiero interrumpir mas, no quiero que salgas mas noche a
ver tus nuevas rutas, asi que nos vemos en linea a las 20:00 hrs. ¿Te parece?-
-Si, no puedo creer que estes a miles de kilometros lejos de mi y aun tenga
toque de queda-respondi de forma graciosa-cuidate papa nos vemos en un
rato, te quiero-. Colgue el telefono y regrese a la habitacion, pase el espejo
derecho, estaba decidida a no buscar nada especial en mi ya wue quizas nunca
lo encontraria, seria una busqueda en vano y no estaba de acuerdo en perder
minutos de mi vida haciendo esa exahusta autobusqueda.
Me puse los pants mas comodos que tenia, una sudadera con gorro por
si aparecia de pronto un poco de lluvia y mis tennis favoritos. Era domingo y
necesitaba salir comoda, mañana me arreglaria todo lo posible para dar la
mejor de las impresiones a mis nuevos compañeros. camine en direccion a la
Facultad de Medicina, ubique un par de tiendas, una gran avenida que debia
de cruzar para llegar a mi nmueva escuela y un pequeño parquem que mas que
parque tenia apariencia de un bosque, se veia hermoso. Ya habia ubicado
como llegar a la escuela y las tiendas donde compraria mi comida de la
semana, asi que decidi entrar y observar ese lugar. No perdia nada, estaba
sola y estaba aun de dia.
No podia creer que un lugar asi existiera en esta ciudad. Era un pequeño
bosque hermoso, con un camino sencillo de piedras y un riachuelo. Todo en
silencio, con una humedad que hacia sentir mas frio de lo normal. camine
sobre el pequeño camino y al final me encontre con unas mesas de madera
con sus respectivas sillas de tronco. No lo podia creer, habia encontrado mi
nuevo lugar favorito. Definitivamente ese seria el lugar ideal para venir a leer, a
estudiar, oa olvidarme de todo.
Me sente en aquella mesa y me dedique a observar el paisaje y
escuchar el sonido del agua. Este era mi lugar. Ahora comprendia las palabras
de papa, aqui habia descubierto mi presente. Me sentia tan agusto tan llena de
felicidad. De pronto unas gotas comenzaron a caer sobre mi cara mientras
observaba lo alto de los arboles. Amaba la lluvia, en el lugar donde vivia con
papa siempre habia sol y he de admitir que ese no era mi clima favorito. Me
quede un rato quieta disfrutando la lluvia. Hasta que de pronto vi que la luz
comenzaba a difuminarse, observe mi reloj, las 19:30, papa me esperaria
conectado a las 20:00 y yo aun no iba por mis alimentos para la semana. Me
levante rapidamente de la silla y comence a caminar por aquel camino,
volviendo a la cuidad.
Pase por la tienda, compre lo necesario para mi semana, sin gastar
mucho dinero, era una persona que comia poco, prendi el CPU y me conecte.
Papa estaba en linea, tuvimos una corta charla mientras yo me dedicaba a
buscar mi ropa para mi primer dia de clases asi como guardar una pequeña
libreta vieja en mi mochila.
En punto de las 22:00 hrs. Me despedi de papa y me recoste en la
cama. Estaba llena de nervios y emocion. Sabia que mañana seria un dia para
recordar. Lo presentia pero sobretodo lo deseaba con todas las fuerzas de mi
corazon. Mañana seria mi gran dia.
Helga Schneider - Déjame ir, madre
Hace 10 años
1 comentario:
muy buena la historia..!! eres un(a) buen(a) escritor(a)...!! te felicito, sigue asi y llegaras lejos!! lo unico es que se asemeja un poco a crepusculo en cierta forma!!
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